Diego Stickar
Copos de azúcar. A Diego le gusta el cielo cuando es de día, las nubes despiertan en él sensaciones símiles a haber pasado entre ellas con el permiso de las mismas. Eso también lo conecta con los mimos que le hacía su madre, y le ayuda a recordarla. La ternura no le es ajena.
La naturaleza de fondo. Si está solo nunca se descalza. Descalzarse le implica un grado de confianza, de riesgo, de querer compartir eso con otros, una entrega que se acerca a la acción de soltar. En su espalda hay un árbol tatuado que lo conecta con lo sensorial. Se lo hizo tras realizar un corto llamado "Suelo firme", y también está relacionado a su madre.
Levitar. Stickar participa activamente de producciones artísticas, y cuando lo hace se percibe más allá de lo terrenal. Se encuentra a sí mismo entregado en suspensión, relajado, feliz, por encima de su propio ser. Es su forma de acercarse de manera efímera a lo celestial, una visita que es sana por saberse transitoria. Aunque en la fotografía esté levitando solo, reconoce que no podría hacerlo de manera individual, que necesita de la energía extra de personas que están en ese momento ayudándolo, nutriéndolo, inspirándolo.
El rayo en mano. Diego se reconoce caprichoso cuando está muy seguro de lo que quiere. Como los dioses griegos con deseos mortales, por momento siente que se comporta como ellos al momento de crear. No siempre le sucede, pero cuando pasa, de una u otra manera, todo comienza a fluir y se concreta.
El rayo en mano. Diego se reconoce caprichoso cuando está muy seguro de lo que quiere. Como los dioses griegos con deseos mortales, por momento siente que se comporta como ellos al momento de crear. No siempre le sucede, pero cuando pasa, de una u otra manera, todo comienza a fluir y se concreta.
Palabras sobre el cuerpo. El artista platense de origen pampeano cuenta que desde que empezó con su proyecto “acento frenético” está siendo consciente del cuerpo que posee, de qué hace con él, de qué elije no hacer, de lo que le gusta y lo que no, y de por qué no le gusta lo que dice que no le gusta. De este modo, acento frenético es para él una posibilidad de reconocimiento personal, un viaje interior de su cuerpo y su cuerpo con otros cuerpos. El cuerpo habla.
Para conocer trabajos de Diego Stickar ingresar a http://www.diegostickar.com
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